¿Bailamos?

¿Bailamos?  Ficción ballet clásico

Llegué al auditorio, miré hacía el escenario, en él, todo el cuerpo de ballet esperaba a que Julián hiciera su aparición acompañado de Elba. Yo esperaba la reacción de Julián al verme, no sabía exactamente lo que diría después de que me había ido de la casa, tal vez seguiría molesto, tal vez no.

Me acerqué lentamente y pude observar como Julián y Elba salían al escenario juntos, después de algunos giros llegó el momento en el que él debia elevarla, Julián la levantó con tanto trabajo que al hacerlo, ella pareció torpe y él demasiado débil.

El director enfadado corto la escena, Julián bajó a Elba y ésta lo miro con odio.
-¡Eres un idiota! ¡Pudiste haberme soltado! ¡Yo no soy Isabella!- le gritó Elba.
-Claro que no lo eres, al menos ella si sabe bailar- respondió él.
Julián y yo eramos la pareja más exitosa de la compañía, y él me había mandado remplazar por ella aún sabiendo que la odiaba. Me encaminé al escenario y sin que nadie me viera entre los bastidores me coloque la ropa adecuada, recogí mi cabello y até las cintas de mis pointes, hice unnos breves ejercicios en la barra, con pliés y rond de jambes y cuando estuve lista me dirigí al escenario junto con mi esposo.

Al verme entrar todo se quedó en silencio, Julián me clavó sus ojos negros y Elba se encaminó hacía mí.
-Ya te he reemplazado, en tu compañía, en tu papel y en su cama.- dijo tratando de que yo no avanzara. Me detuve y esperé a que empezara la entrada de Giselle. Cuando la música comenzó a sonar, entré en el escenario en pointe, me dirigí a Julián quien seguía mirandome atónito.

-¿Porqué has vuelto?- dijo cuando ponía sus manos en mi cintura- ¿Es acaso que te hartaste de engañarme?
-Eres un desconsiderado al haber puesto a Elba en mi lugar.
-¿Y qué? ¿Querías que me quedara esperando tu regreso? No Isabella, así no funciona.
Nadie se atrevía a detenernos, nuestra danza era perfecta.
-Eres mi esposo, debiste hacerlo.
-¿Cómo te atreves a pedirme que guarde tu lugar en un ballet, cuando tú no pudiste guardar el mío en tu cama? Me engañaste Isabella, con él, con mi amigo...

-Ya te he dicho que lo siento, que sólo fue un desliz, una pequeña caída, yo te amo Julián y lo sabes...
-Nunca me has amado, aunque hice todo porque fuera así jamás me amaste...Te di lo mejor que podía darte, pero preferiste tus "caídas" pues querído amor mío ¡Toma esto!
Julián me elevó y sin pensarlo dos veces, me dejo caer, todo mi peso fue directo hacía mi dedos, mis pies comenzaron a hincharse, Julián se fue y me dejó tirada sola.

En ese momento me llevaron al hospital, mis dedos se habían fracturado, jamás volvería a bailar, jamás conocería los aplausos de nuevo y todo por una simple debilidad, una simple caída...

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