La nueva ¿normalidad?

La nueva ¿normalidad?

Cuando afloje la pandemia, si es que afloja, ¿volverán las clases o algo que así era denominado en tiempos remotos? ¿Y clases de qué? ¿De aburrimiento? ¿De disciplina burocrática?.

Nadie o casi nadie eligió ser docente para eso. ¿Habrá que regresar a lo de antes, sea como sea? ¿El objetivo será el de siempre, es decir, convertir al estudiante en un futuro productor de bienes y servicios para la sociedad? ¿Volverán los chicos a estudiar de memoria para obtener una buena calificación al finalizar el año escolar?.

Educar tiene que ver con poner el mundo -la vida- sobre la mesa. Con recuperar lo considerado anacrónico frente a una idea de progreso mortífero.

Educar es trabajar de alguna manera con lo olvidado, lo descartado, lo que en algún momento de la historia fue desplazado por antiguo y fuera de moda, para convertirlo en conector del debate y el trabajo educativo. ¿Tomar la palabra y tener algo para decir y pensar, quedará en la nada?

¿La escuela volverá ser un mero comedor o un espacio de castigo? ¿Una guardería? Mejor sería volver al tiempo libre y disfrutarlo creativamente. O al maestro, concebido como lo imaginó Rancière: Es el que da a sus alumnos la orden de entrar a un bosque cuya salida el propio maestro ignora.

L.

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