El recuerdo de Pecorino Fast Food, un restaurante clásico de Canelones

El recuerdo de Pecorino Fast Food en Canelones
Imagen ilustrativa del restaurante

Los años dorados de un clásico canario

A finales de los años 90, cuando era chica, una de las salidas más esperadas en familia era ir a Pecorino Fast Food, un restaurante ubicado en Canelones capital. No recuerdo con exactitud si estaba sobre la calle Treinta y Tres o Batlle y Ordóñez, pero tengo la impresión de que quedaba relativamente cerca de la salida de la ciudad. Lo que sí recuerdo muy bien es la emoción que generaba cada visita: una mezcla entre paseo familiar y ritual de fin de semana.

Con el tiempo, Pecorino se volvió un punto de encuentro casi obligado, no sólo con mi familia sino también con otros grupos: las compañeras con las que practicábamos deporte, reuniones escolares, padres de amigos y más adelante, salidas organizadas desde el liceo. Era de esos lugares que todos conocían, una referencia común dentro de la vida cotidiana del departamento.

La publicidad que todos recordaban

Pecorino también estaba presente en las publicidades de radio, especialmente en FM Ideal 90.1, una emisora muy escuchada en la zona. Todavía me resuena en la memoria aquel anuncio que utilizaba de fondo la canción “Dark Train” del grupo Underworld, una elección poco habitual para la época, moderna y algo enigmática. Esa mezcla de música electrónica con la voz del locutor anunciando combos y hamburguesas le daba un aire distintivo dentro del universo de los fast food locales, y también había momentos en los que la música subía de volumen para que pasara a ser la protagonista.

Hamburguesas, panchos y un ambiente inolvidable

Hamburguesa con envase de Pecorino Fast Food
Las hamburguesas eran uno de sus fuertes. Venían en un envase protector muy original, algo que no era común entonces y hasta el momento, no recuerdo que algún otro restaurante o posada tuviera este cuidado. Los panchos por su parte, eran más grandes... tanto que a veces no llegaba a terminarlos. En los alrededores de la entrada a Canelones existían varios restaurantes, tenedores libres y locales gastronómicos, muchos de los cuales desaparecieron con el tiempo, al igual que Pecorino. Todos ellos formaban parte de una época dorada de la gastronomía local.

El interior del local de Pecorino era amplio y luminoso, con grandes macetones y un ambiente cálido. Los fines de semana solía estar lleno, y era común combinar una salida al cine con una cena allí. Pecorino tenía ese espíritu de lugar de encuentro, donde se cruzaban adolescentes, familias y grupos de amigos, cada uno con su propia rutina dentro de la ciudad.

El cambio de costumbres y la desaparición

Con la llegada del nuevo milenio y luego de un par de años en el liceo, comencé a ir con menos frecuencia. Primero fue la falta de tiempo, luego el cambio de costumbres. Recuerdo que durante un tiempo todavía escuchaba su publicidad en la radio, hasta que, poco a poco, desapareció. Coincidió con una época en que la radio empezó a ceder terreno frente al Discman, los MP3 y la música por internet. Sin darme cuenta, también yo había dejado de sintonizar aquellas emisoras donde Pecorino seguía existiendo, ya que para entonces, la radio comenzaba a dejar de ser la principal fuente de música.

Años más tarde, movida por la curiosidad, busqué el restaurante en las guías y directorios online que comenzaron a proliferar una vez que entramos al S. XIX. Pecorino todavía figuraba registrado, lo cual me alegró; sin embargo, nunca volví a visitarlo. Pasé varias veces por la zona y, casi sin advertirlo, el local ya no estaba. Su ausencia fue tan silenciosa como su presencia había sido cotidiana.

Panchos con papas fritas menú de Pecorino

Intentos de reencuentro digital

Dos décadas después, decidí reanudar la búsqueda, esta vez aprovechando las herramientas actuales: redes sociales, Google Maps y portales gastronómicos. Pensé que tal vez encontraría una fotografía, un antiguo menú o alguna publicación de ex empleados o clientes. Pero no hubo suerte. Lo único que encontré fue un “Pecorino” en San José, sin vínculo aparente con el original.

Otros locales con el mismo nombre

Más recientemente, una búsqueda más exhaustiva me llevó a descubrir al menos tres locales con ese nombre:

- Un restaurante/cafetería “apta para celíacos” en Bv. España, Montevideo;

- Una pizzería en Ituzaingó, San José de Mayo;

- Y otra pizzería con servicio de delivery en Tacuarembó.

Ninguno parecía tener relación con aquel Pecorino canario de los 90, aunque el nombre —tan distintivo— parecía seguir viajando por el país.

Una huella perdida del Canelones de fin de siglo

Lamentablemente, no logré volver a encontrar la guía online donde alguna vez figuró “Pecorino Fast Food”, ni referencias en sitios antiguos. He intentado rastrear portales con copias archivadas de páginas web de la época (muchas hechas en Flash), pero hasta ahora no apareció ningún registro. 

Una verdadera lástima que no haya quedado huella digital de un restaurante que fue, durante varios años, uno de los puntos gastronómicos más recordados de Canelones al cerrar el siglo XX.

Pecorino Fast Food ya no está, pero permanece en la memoria de quienes lo conocimos, asociado al sabor de sus comidas, a las noches después del cine y a una época donde salir a comer seguía siendo una pequeña celebración.

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