Resumen rápido: Esta entrada explora la historia de la yerba Auxana, un producto fabricado por un laboratorio uruguayo en los años 50–60 (según podemos observar en la estética de los afiches, ya que no encuentro material exacto sobre su auge y desarrollo), el posicionamiento como yerba medicinal y el contexto industrial de nuestro país en esa época.
Introducción
Al buscar listados de marcas desaparecidas, Auxana aparece con frecuencia. Sin embargo, para quienes no la recuerdan —como es mi caso— la información disponible es sorprendentemente escasa. Ese vacío es justamente uno de los motivos de este blog: preservar, antes de que se pierdan del todo, las huellas de marcas que formaron parte de la vida cotidiana de miles de uruguayos.
Por esto, me parece fundamental contar con un espacio que mantenga vivo el recuerdo.
En esa búsqueda mencionada, voy encontrando páginas cerradas, tiendas online donde en algún momento se hallaba en el catálogo y hoy es un espacio en blanco, o en el caso de las grandes cadenas de tiendas (en los que aún la yerba aparece online en los resultados de búsqueda) pero que a la hora de ingresar, vemos que figura el siguiente mensaje: "Nada coincide con tu búsqueda".
En el único lugar donde pareciera que hay algo de movimiento, es en una FanPage de Colonia del Sacramento. Allí, en febrero de 2024, un usuario preguntó en qué comercios del departamento la yerba Auxana continuaba a la venta, y fue bastante grata la sorpresa al encontrar respuestas que afirmaban seguía a la venta en El Dorado, Macro o Súper Mágico.
Un poco de historia...
En el mundo del consumo, lamentablemente nada es seguro. Incluso, las marcas que han estado bien establecidas pueden resultar fugaces: Nacen, crecen, dominan mercados, se transforman o desaparecen... sin dejar más rastro que un recuerdo borroso en las generaciones que las usaron. En Uruguay, donde las marcas locales siempre tuvieron que competir con productos importados, algunas lograron algo extraordinario: dejar una huella afectiva. Auxana es una de ellas. Aunque ya no está prácticamente presente en las góndolas, permanece en la memoria como un símbolo de otra época: la de los envases simples, los anuncios directos y una confianza entre consumidor y producto que hoy parece difícil de replicar.
Auxana fue, para muchos hogares uruguayos, parte de la economía doméstica. Su presencia estaba vinculada a productos de tocador y perfumería, o al menos, era vendida junto con estos: en esa época, varios laboratorios uruguayos elaboraban artículos relacionados con la digestión (sales, tónicos, jarabes) y era común que complementaran esa línea con alimentos considerados “benignos” para el estómago.
Es posible que la yerba Auxana se comercializara como una opción suave para personas con gastritis o sensibilidad digestiva.
A mediados del siglo XX, Uruguay mantuvo una industria nacional fuerte en rubros como cosmética, limpieza y textil. En ese escenario, Auxana surgió como una marca accesible, confiable y reconocible, capaz de competir con marcas extranjeras sin pretensiones de lujo, pero con una identidad clara.
Por este motivo, era un producto que se compraba casi automáticamente: estaba en el almacén, como veíamos también en la farmacia del barrio, o en las góndolas de los supermercados de época. No tenía campañas multitudinarias, ni lógicamente, estrategias de posicionamiento digital. Su estrategia era más simple: estar donde la gente compraba, ofrecer buena relación precio-calidad, y sostener una identidad visual reconocible, con envases que hoy se considerarían retro.
La posterior desaparición de Auxana fue parte de un proceso más amplio que afectó a varias marcas uruguayas. A partir de los años 90, la apertura comercial, la llegada de grandes cadenas y la consolidación de multinacionales del rubro, cambiaron las reglas del juego. Los productos internacionales, muchos de ellos masivos y económicos, inundaron el mercado.
Auxana se vio envuelta en ese proceso de desplazamiento silencioso. No hubo un anuncio de cierre oficial ni una despedida: simplemente, sus productos dejaron de encontrarse. Para cuando los consumidores quisieron darse cuenta, las góndolas ya habían sido tomadas por otras marcas. Lo particular de este caso es que, pese a haber "desaparecido" hace años, Auxana todavía ocupa un lugar en la memoria afectiva de quienes crecieron con sus productos.
El recuerdo continua intacto
Parte de su evocación se explica por un fenómeno cultural que ha ido ganando terreno: la nostalgia por las marcas locales desaparecidas. En redes sociales, foros y grupos dedicados a la memoria colectiva del Uruguay del siglo XX, Auxana aparece con frecuencia, mencionada junto a otras marcas que identificaron una época. En estos espacios, su nombre funciona casi como un disparador emocional: “me acuerdo del olor del jabón”, “mi abuela usaba esa crema”, “me acuerdo del envase blanco y celeste”, “era barato pero rendía”. Ese tipo de reminiscencias que también giran en torno a Auxana, se volvió parte del inventario sentimental de toda una generación.
Y esto no es raro: en aquella época, los productos nacionales establecían un vínculo más directo entre consumidor y producto, construido a través de la experiencia: si funcionaba, se repetía la compra, acción que permitió sobrevivir a muchas marcas durante este tiempo. Su prestigio dependía de la recomendación entre vecinos y del boca a boca espontáneo.
¿Qué nos queda?
Como veíamos, la historia de esta yerba también sirve como ejemplo para comprender las transformaciones del mercado uruguayo. La desaparición de marcas locales no es solo una cuestión económica, sino también cultural. Cada marca que se pierde es una pieza del repertorio cotidiano que se desvanece: un lenguaje común, una forma de consumo, una costumbre compartida. En ese sentido, Auxana representa una era en la que el mercado era local, directo y más predecible. Una era en la que las marcas acompañaban la vida doméstica sin grandes promesas, simplemente cumpliendo su función. Y en un mundo donde lo efímero domina, su permanencia en la memoria demuestra que las marcas también pueden trascender de forma silenciosa.
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| Afiche publicado en el grupo de Facebook: "Cosas que habia en Uruguay,o que pasaron por acá" |
1. Descripción detallada del afiche: La imagen muestra un anuncio vintage de la yerba, con estética ilustrada típica de mediados del siglo XX.
Aparece una mujer sonriente, de estilo caricaturesco, con un peinado corto muy años 50–60, sosteniendo un paquete de yerba Auxana en alto, como quien recomienda un producto con entusiasmo.
En torno a la ilustración se leen los siguientes textos: "YERBA para MATE" en la parte superior. "AUXANA" en letras grandes, como marca central del aviso. Debajo, un listado de atributos: Calidad extra buena, higiénicamente envasada, no hace daño al estómago, al hígado ni produce molestias nerviosas. Dice también que es un producto de LABORATORIOS L. F. AUXANA y que se vende en farmacias. Incluye dirección y teléfono antiguos: Comercio 2048 — Teléfono 58 85 63.
🌟 Ilustración simplificada: La figura femenina está dibujada con líneas limpias, curvas suaves y pocos detalles. La atención está en la sonrisa y en la postura de “anfitriona ideal”, muy típico del período.
🌟 Uso de la mujer como figura prescriptora: La mujer aparece como garante de confiabilidad y orden doméstico, reforzando los roles tradicionales de época (ella recomienda el producto de la casa).
🌟 Paleta monocromática: Muchos avisos económicos usaban un solo color para abaratar la impresión. Esto también es indicio de prensa local o folletería de menor costo.
🌟 Composición vertical centrada: Marca al centro, ilustración arriba, texto debajo: formato clásico de aviso en revistas, folletos de almacén o publicaciones barriales.
4. Historia y contexto de la marca AUXANA: Aquí está lo interesante: Auxana existe como apellido vinculado a laboratorios farmacéuticos en Uruguay en el siglo XX. No era una yerba tradicional de distribución masiva, sino una marca muy peculiar porque:
✔ Era elaborada por un laboratorio, no por un establecimiento yerbatero: Esto explicaría las afirmaciones del estilo: “No hace daño al estómago”, “No produce molestias nerviosas”.
✔ Producto probablemente de baja escala: No hay registros de que haya sido distribuida masivamente. Eso sugiere que fue una marca pequeña, de nicho, para consumidores que buscaban alternativas “más sanas” durante una época en que el marketing farmacéutico estaba mezclado con alimentos.
✔ Dirección: Comercio 2048: Es una dirección del barrio Bella Vista/Arroyo Seco. En esos barrios había muchos talleres, laboratorios pequeños y cooperativas.
Todo lo analizado en el poco material existente, parece indicar que Auxana fue un emprendimiento local, probablemente familiar, con fuerte imagen farmacéutica y con una impronta que hizo posible un legado capaz de trascender décadas.